Cristo Rey: La Realeza Social de Nuestro Señor y su negación en la era actual
La doctrina de Cristo Rey es una de las verdades fundamentales de la fe católica, proclamada con claridad por la Iglesia a lo largo de los siglos y solemnemente reafirmada por el Papa Pío XI en la encíclica Quas Primas (1925). Nuestro Señor Jesucristo no solo es Rey en el Cielo, sino también en la tierra, y su Realeza no se limita a lo espiritual, sino que se extiende a la sociedad entera. Sin embargo, en la era moderna, su soberanía ha sido sistemáticamente negada, incluso por aquellos que, dentro de la Iglesia, han cedido a la secularización y al liberalismo.
El Fundamento de la Realeza de Cristo
Jesucristo es Rey por derecho divino y por derecho de conquista. Como Dios, tiene dominio absoluto sobre todo lo creado; como Redentor, ha ganado el derecho de reinar sobre todas las naciones con su Preciosa Sangre derramada en la Cruz. Su Reino no es de este mundo en el sentido de que no se rige por las lógicas del poder humano, pero esto no significa que su Realeza deba ser confinada a la esfera privada o meramente interior.
La Iglesia enseña que Cristo debe reinar sobre todas las instituciones, las leyes, la cultura y la moralidad de las sociedades. "Es necesario que Cristo reine" (1 Cor 15,25), no solo en los corazones individuales, sino en el orden temporal.
La Negación de Cristo Rey en la Sociedad Moderna
Desde la Revolución Francesa, con su lema anticristiano de "libertad, igualdad y fraternidad", las naciones han ido expulsando a Dios de la vida pública. El liberalismo ha proclamado la separación entre la Iglesia y el Estado, como si la fe católica no tuviera nada que decir en la formación de las leyes y la moral de una sociedad.
Hoy vemos cómo esta apostasía ha dado sus frutos: leyes contrarias a la ley natural, educación laicista que ignora a Dios, gobiernos que promueven el pecado y persiguen a los que defienden la verdad. Esta negación de Cristo Rey no es un accidente histórico, sino una estrategia del demonio para instaurar un orden mundial sin Dios.
La Crisis Dentro de la Iglesia: El Olvido de la Realeza de Cristo
Lo más grave es que esta negación de Cristo Rey no solo proviene del mundo secular, sino que ha penetrado en la propia Iglesia. En vez de proclamar la soberanía de Cristo sobre las naciones, muchos prelados buscan acomodarse a los valores del mundo, promoviendo un "diálogo" con ideologías anticristianas en lugar de luchar por la conversión de la sociedad.
En su encíclica Quas Primas, Pío XI advirtió que los males del mundo moderno provienen de haber rechazado la soberanía de Cristo. La solución no está en "adaptar" la Iglesia al mundo, sino en restaurar todas las cosas en Cristo (Instaurare omnia in Christo).
El Deber del Católico: Proclamar a Cristo Rey
Los católicos fieles no pueden ser cómplices de esta apostasía silenciosa. La fiesta de Cristo Rey fue instituida precisamente para recordar que Nuestro Señor debe reinar no solo en nuestras almas, sino en la sociedad entera. Debemos trabajar por su Realeza con la oración, la acción pública y el testimonio valiente de la fe.
Que Cristo reine en las familias, en la educación, en las leyes y en la cultura. No podemos conformarnos con una fe privatizada; debemos proclamar sin miedo que él es el único Rey verdadero, "Rey de Reyes y Señor de los Señores" (Ap 19,16).
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